Los enormes incentivos proporcionados por el gobierno turco al sector turístico tuvieron como resultado la expansión rápida y masiva de construcciones, causando un gravísimo impacto ambiental y paisajístico. Por otro lado, los frecuentes cambios en los planes de usos del suelo, orientados a satisfacer a los diferentes sectores económicos, además de la ausencia de coordinación entre los numerosos organismos legales y sectoriales, la inadecuada aplicación de la legislación, y la carencia de recursos de las autoridades, han venido causando importantes y continuados impactos negativos.