La Isla de Lanzarote, Reserva de la Biosfera desde 1994, constituye un ecosistema de origen volcánico único en su especie con un paisaje excepcional. El crecimiento turístico es un riesgo para los equilibrios básicos de la Isla. El Plan Insular de Ordenación Territorial de Lanzarote delimita los límites físicos, criterios de conservación del medio y una estrategia de desarrollo sostenible. Se ha desclasificado el 60 por 100 de las plazas turísticas previstas y se está elaborando el Plan Lanzarote en la Biosfera: una estrategia de desarrollo sostenible en la Isla.