El río Besòs es un río torrencial, canalizado tras sufrir violentas avenidas y profundamente alterado por la acción humana. Su pequeña cuenca soporta una población de más de dos millones de habitantes, en un entorno urbano e industrial. En 1996, tras un proceso de consulta y participación de diferentes administraciones y colectivos ciudadanos, se inició su recuperación ecológica y urbanística. La actuación contempla aspectos medioambientales, urbanísticos, tecnológicos, de prevención de riesgos y de participación social.
Barcelona.