El Centro Histórico de Zaragoza (Casco Romano), que tradicionalmente ha albergado la mayoría de los monumentos y el comercio de la ciudad, se ha sumergido, a lo largo de las últimas décadas, en un progresivo deterioro medioambiental y socioeconómico, convirtiéndose en una de las zonas del municipio donde se dan los mayores problemas de deterioro urbano, infravivienda, paro, vivienda abandonada, población excluida y marginada, drogadicción, envejecimiento de la población y bajo nivel educativo.