El incremento del uso del automóvil generó un nuevo tipo de contaminación atmosférica, que se presenta en ambientes contaminados con hidrocarburos (combustibles) sin quemar, óxidos de nitrógeno de las mezclas de combustión y una buena incidencia de luz solar. Esta mezcla genera fotoquímicamente ozono, un gas irritante y PAN (nitrato de peroxiacetilo), que forma con los óxidos de nitrógeno una nube rojiza e irritante para los ojos y las vías respiratorias, conocida habitualmente como smog fotoquímico. El fenómeno se documentó en Los Angeles, EE.UU.