El Centro Histórico de Madrid presentaba zonas con elevado nivel de deterioro arquitectónico, urbanístico, social y medio ambiental, existiendo barrios con gran marginalidad social, inmigración, prostitución, población envejecida con bajos recursos, abandono de los inmuebles por los propietarios, etc. lo que conllevaba una crisis y pérdida de las actividades económicas tradicionales, proliferación de infraviviendas y chabolismo vertical.