En los años sesenta, como consecuencia del éxodo rural a las ciudades, surgieron en el extrarradio de la ciudad de Badajoz barriadas situadas en la confluencia del arroyo Rivillas con el Calamón, poco antes de su desembocadura en el Río Guadiana. Los nuevos terrenos fueron ocupados progresivamente sin actuación urbanística municipal, extendiéndose por el cauce de los arroyos de forma desordenada, lo que acarreo la carencia de infraestructuras, impidiendo un desarrollo socio-económico integral de la zona. En noviembre de 1997 y tras un mes de constantes lluvias Badajoz amaneció sin energía eléctrica ni teléfono, con viviendas inundadas, industrias destrozadas, redes de acceso cortadas y personas fallecidas. La respuesta a esta situación fue este proyecto que pretendía dar respuesta inmediata, adecuada e integral a las problemáticas y a las necesidades básicas y de alojamiento provisional de todas las familias afectadas por la inundación. Otro objetivo del proyecto era prevenir nuevas catástrofes naturales por inundaciones fluviales proponiendo cambios en el planeamiento urbano.
Badajoz.