Entre las tareas más importantes del Ayuntamiento de Viena estaba la de convencer a los ciudadanos de que el consumo "de usar y tirar" no podía seguir aumentando por razones económicas y ambientales. La fracción orgánica de los residuos domésticos se recoge por separado para producir compost de alta calidad y utilizarlo en agricultura. El Ayuntamiento de Viena gestiona su propia planta de compostaje al aire libre. Se ofrece asesoría y seguimiento científico sobre el uso del compost en agricultura convencional y ecológica. Parte del compost se distribuye gratuitamente entre los ciudadanos. Se ha llevado a cabo con éxito un proyecto de huertos de ocio utilizando el compost como fertilizante.