El Masma es un digno representante de los ríos de la vertiente cantábrica gallega. Corto recorrido (46,2 km), nacimiento sobre los 900 metros de altitud y fuerte poder erosivo que se traduce en amplios valles como el de Mondoñedo; galería vegetal autóctona entre bosques de repoblación; y, por último, formación de rías altas acompañada en la desembocadura de llanuras intermareales rodeada demarismas. En el caso de la ría de Foz, cerrada por las playas de A Rapadoira, en el margen izquierdo, y la playa de O Altar, en el derecho. El estuario es un punto de parada migratoria e invernada de aves reconocido internacionalmente. Alrededor del río, uno de los grandes en la pesca del salmón de Galicia, existen muchas rutas. Una de las más recomendables, aunque hay que estar en forma para vencer la subida a pie, es la de Pena Cornería (437m). El tesoro está en el paisaje con las panorámicas de todo litoral mariñano. Existen otros miradores accesibles como el pico de A Lebre (Foz) y áreas recreativas como la de Fervenza (Viloalle) con piscinas fluviales artificiales en un afluente del Masma próximo a Mondoñedo.