Antes de entregarse definitivamente al mar tras los puentes de Viveiro, el Landro aminora su velocidad en sucesivos meandros que cinco kilómetros aguas arriba, hasta Landrove el curso fluvial abarca hasta dieciséis kilómetros tierra adentro y los de su pequeño afluente río Bravos. Figura entre los ríos salmoneros del norte y la calidad de las aguas incluso permite la existencia de una comunidad viable de mejillones de río. Las riberas están ocupadas por frondosasmasas arbóreas entre las que destaca el eucalipto, con una introducción en la zona ya histórica