En una situación de déficits urbanísticos, educativos y culturales, con un crecimiento municipal económico y demográfico escasamente planificado, desvinculado del desarrollo sostenible y del término cohesión social, surge el Plan Hércules a principios de la década de los noventa. El objetivo principal de la puesta en marcha de este plan ha sido la mejora de la calidad de vida de los ciudadanos, a través de la promoción de la equidad e igualdad social mediante el desarrollo territorial y urbano de una amplia zona deprimida de la ciudad, dotándola de servicios y equipamientos.