La ciudad de Málaga mantuvo en la primera mitad del siglo un crecimiento moderado de población, así como de su ámbito territorial. A partir de 1960 Málaga creció de forma rápida, duplicando su población en 20 años. Este rápido desarrollo se realizó de forma desordenada sin el acompañamiento de unos niveles adecuados de infraestructuras, equipamientos urbanos y zonas verdes. Al mismo tiempo, el crecimiento hacia el exterior de la ciudad provocó la marginación y deterioro del Centro Histórico. Ante esta situación, el Ayuntamiento de Málaga estableció los siguientes objetivos: Rehabilitar y revitalizar el Centro Histórico de la ciudad, potenciando el desarrollo económico e interviniendo en asistencia social y equipamientos y desarrollar programas para la sostenibilidad urbana y ambiental.
Málaga.