El propósito de la iniciativa fue la concienciación del público en general y, más concretamente, de la familia como unidad, de que la utilización de la basura es un método de gestión de los residuos mejor que su mera eliminación. Se motivó a los ciudadanos por medio de diferentes clases de material informativo, para que separaran la basura en sus casas antes de darla a los "recuperadores de basura". Estos recuperadores, antes traperos, recibirían la alfabetización y la formación que les permitiera recoger la basura ya clasificada de las casas, oficinas, tiendas e instituciones.